caminar por el campo // 2018

El proyecto Indicadores de Paz Cotidiana (EPI, por sus siglas en inglés) está presente en más de 12 países del mundo, trabajando desde las comunidades en la construcción de indicadores de percepción de paz, reconciliación, gobernabilidad, seguridad y violencia extrema. La metodología EPI es una nueva aproximación para entender y rastrear cambios en conceptos difíciles de medir.

En lugar de desarrollar indicadores creados por “expertos” se les pide a las mismas comunidades que establezcan sus propios indicadores cotidianos, los cuales son medidos posteriormente a lo largo del tiempo, con el fin de evaluar cambios en la visión de paz de la comunidad. Este enfoque parte de la premisa que las comunidades afectadas por la guerra son las que mejor saben lo que significa la paz para ellas y, por lo tanto, deben ser la primera y principal fuente de información sobre la efectividad de los procesos de establecimiento de paz.

Como resultado de una larga historia de estudios en relaciones internacionales y estudios del conflicto, el marco de EPI se nutre de enfoques participativos. Esta es una herramienta que busca asistir a las comunidades, profesionales y a gestores de políticas públicas para cuestionar las suposiciones que están detrás de los sistemas de medición existentes sobre procesos de paz, los cuales pueden fomentar una dependencia en actores externos que intervienen. Este enfoque asume que todas las sociedades son complejas y están basadas en procesos históricos de negociación y adaptación.

Por esto, los Indicadores de Paz Cotidiana buscan complementar, y no reemplazar, indicadores tradicionales, de la misma manera en que los enfoques a nivel de comunidades se negocian y se armonizan con macro-enfoques, con el fin de medir la paz de manera más efectiva. A largo plazo, por medio de la sistematización de un proceso destinado a obtener indicadores desde la comunidad que guíen el desarrollo y la evaluación de programas y políticas, el marco de EPI fomenta el aprendizaje, tanto para los locales como para los extranjeros, que avanza hacia un proceso de paz más emancipador y a una transformación del conflicto en la obtención de una paz sostenible.

Actualmente EPI está trabajando en comunidades en Colombia, Burundi y Sri Lanka. En el pasado ha trabajo en Uganda, Zimbabue, Sudáfrica, Kenia, Sudan del Sur, Ucrania y Afganistán.

En Colombia el proyecto se ha ampliado a veredas en Dabeiba y Urrao en Antioquia, en resguardos en Nariño y Putumayo, y próximamente trabajará en Cauca y Chocó.

En un alianza con el proyecto EPI, se realizó un folleto que muestra los principales resultados del proyecto piloto realizado en Don Gabriel y El Salado con una publicación que acompaña el proyecto y que funciona también como exposición. Una de las preguntas que sugirió este proyecto fue cómo pensar en una exposición portable, que puede desmontarse y montarse en cualquier lugar y circunstancia, incluso en varios lugares al mismo tiempo. La solución es un folleto diseñado por Taller Agosto que funciona como catálogo y como exposición en sí misma.