AHORA, ¿DÓNDE?

ARTBO FDS ABRIL 2023


curaduría: Carolina Cerón



Artbo me invitó a realizar la exposición de su evento Fin de Semana. A través de un concepto curatorial lo suficientemente amplio que explorara la idea del tiempo, mi trabajo consistió en seleccionar obras que entraran en esta relación, provenientes de todos los artistas representados por galerías comerciales. Los textos curatoriales son una exploración con la inteligencia artificial.

catálogo completo: 

https://www.artbo.co/content/download/315517/file/Catalogo_Abr26.pdf?inLanguage=esl-CO&version=6


         




Ahora, ¿Dónde?  

Texto catálogo:

Una persona escribe durante tres años y medio en libros de contabilidad alrededor de un millón y medio de palabras. Listas gigantes y vertiginosas de todo lo que ha visto. ¿Es posible contabilizar todo lo que se ha visto? Algunas partes de ese texto tienen el título Ahora, ¿Dónde? Son una serie de notas breves sobre lo que todos hemos visto en un instante fugaz. Momentos irrelevantes. Ahora, ¿Dónde?, una frase que vertiginosa en la pregunta que plantea, sugiere mirar a todas partes y devorarlo todo. Con urgencia advierte su afán. Sugiere llevar el registro concreto de la memoria ordenada y sus luces fugaces. Sugiere eso que regresa sin control en el momento menos inesperado. Sugiere, como lo hace un dedo que señala hacia algún lugar, el tiempo. Hay peligros asociados al exceso ante semejante voracidad, ante semejante velocidad temporal que invoca la expresión: Ahora, ¿Dónde?

Hasta donde sabemos, nada en la física nos dice que el tiempo es discreto. Por lo que podemos decir, el tiempo es perfectamente fluido y continuo. El tiempo es un concepto abstracto que utilizamos para medir la duración y el orden de los acontecimientos en el universo. Si lo pensamos, el tiempo es implacable. El tiempo es, sobre todo, lo que miden los relojes. Lo importante de los relojes es que el tiempo no simplemente pasa, sino que podemos medirlo. Invetibablemente nos movemos en el tiempo a razón de un segundo por segundo. Los relojes son objetos que hacen lo mismo una y otra vez a medida que pasa el tiempo. Otra manera de medir el tiempo es el balanceo de un péndulo de un lado a otro. En un mundo en el que no fuera posible medir el paso del tiempo, aún habría tiempo. Es decir,  aún podría existir la idea de que hay un momento antes de algún otro momento, pero no se podría decir cuánto tiempo ha pasado de un momento a otro.

Una persona explora la idea del tiempo desde una perspectiva científica y filosófica examinando la posibilidad de que el tiempo sea una ilusión y el universo atemporal. Le pregunto a una amiga astrofísica qué es el tiempo y si podría ser un vector y me disculpo por la incidentalidad absurda de una pregunta tan tonta. Me contesta que un vector tiene dos propiedades, una magnitud y una dirección. Es una flecha que apunta hacia alguna dirección y tiene una cierta longitud. El tiempo es un escalar -un número- es algo que uno mide y, al menos en la mayoría de las ramas de la física física, no hay nada explícito que diga que el tiempo solo puede avanzar en una dirección (excepto uno habla de entropía en termodinámica)... pero otra forma de entender el tiempo es como una cuarta dimensión (el famoso espacio-tiempo)... como ves la cosa no es tan obvia y tu pregunta no es nada absurda, me dice. Me manda un video. Bien. Sigo investigando.

Las leyes de la física nos dicen que lo que sucede en un momento dado es suficiente para predecir lo que sucederá en el siguiente momento y después de eso se puede seguir prediciendo todo hacia el futuro. Todo. Todo no es del todo cierto porque hay teorías no deterministas… como la cuántica. Ahora piense en el tiempo, me dice en un video una persona.  Piense en el pasado y el futuro ¿son reales? y esta es una pregunta en la que tan pronto se empieza a pensar, se comienza a sospechar que la respuesta es simplemente que esta no es una buena pregunta y que, sin embargo, es importante. Pensamos que el pasado ya pasó. No pensamos que el pasado sea tan real como el presente. Y ciertamente no pensamos en el futuro como algo real. Pero lo importante no es averiguar qué es real y qué no. Lo importante es preguntarse por qué tratamos el pasado y el futuro de manera diferente. Digamos que usted se vas a encontrar con alguien a tomar café. Nos vemos a las cuatro en esta dirección. Con esas instrucciones lo que realmente está haciendo es darle coordenadas en el universo, lo que un físico llamaría un evento, con un tiempo y un lugar específicos. El espacio es tridimensional, tiene largo ancho y alto. El tiempo es otra dimensión. Podemos unir las tres dimensiones del espacio con la única dimensión del tiempo para hacer algo llamado un espacio-tiempo de cuatro dimensiones. Así funciona nuestra forma cotidiana de pensar sobre el mundo. El presentismo es la idea de que lo que existe es lo real. El pasado y el futuro no son reales porque no existen. Solo el presente es real. El pasado es memoria, el futuro es predicción. Pero la física sugiere que si conociéramos el universo, exactamente en este momento, se podría predecir cómo sería el futuro y también se podría reconstruir cómo fue el pasado. Las leyes de la física conectan el momento presente con los momentos futuros y los momentos pasados. Desde esta perspectiva empezamos a pensar que el pasado, el presente y el futuro son igualmente reales. Este es un punto de vista llamado eternalismo. El eternalismo dice que todos los momentos en la historia del universo son igualmente reales y existen simultáneamente. No tiene nada de especial el momento presente. El presente, pasado y futuro están conectados. El tiempo, desde este punto de vista, no es algo que fluye o avanza, es una estructura inmutable, es un  bloque que contiene todos los eventos. No hay libros de historia sobre el futuro. No es que el pasado y el futuro no existan, es que tenemos un acceso diferente a ellos.

¿Qué significaría que el tiempo se detuviera?, pregunto. No significaría absolutamente nada, me responden. Si el tiempo se detuviera en todas partes para todo en el universo, no habría manera de saberlo, detendría los procesos en su cerebro, se detendría su pulso, se detendría su respiración, por lo que no experimentaría ningún momento porque el tiempo se detuvo, pero al mismo tiempo todos los relojes se detendrían, la tierra dejaría de girar, el péndulo dejaría de balancearse de un lado a otro. Así que cuando se compara la cantidad de tiempo que siente cualquier objeto en el universo con la cantidad de tiempo experimentado por cualquier otro objeto en el universo, que el tiempo se detenga, no deja ningún rastro. Si el tiempo se detiene no podemos saber por cuánto tiempo se detiene.

Esta visión occidental del tiempo, sospecho que no discute con la cosmovisión de los pueblos indígenas andinos sobre el tiempo que se considera cíclico y no lineal. El tiempo es como un círculo que se repite en lugar de una línea recta que avanza. El pasado, el presente y el futuro están interconectados y entrelazados. Para los chibchas el tiempo es una fuerza divina que rige los ciclos de la naturaleza y que debe ser honrado a través de rituales y ceremonias religiosas. Para los muiscas, el tiempo se percibe con una visión del mundo que considera la existencia de varias eras o ciclos, cada uno con eventos específicos. Creían que el mundo había sido destruido y recreado varias veces en el pasado. Para los Panches el tiempo no puede ser medido con precisión. No utilizan relojes ni calendarios, y se rigen por la posición del sol y la luna, y por los ciclos naturales como la lluvia y el crecimiento de las plantas. Entonces, para los pueblos indígenas que habitaron Bogotá, el tiempo se entiende como una sucesión de ciclos que se repiten constantemente.

Ahora, ¿Es posible percibir el pasado en un objeto?, pregunto. En cierta medida es posible, me responden. ¿Es posible percibir el presente en un objeto?, pregunto. Depende de cómo se defina el presente, pero en términos generales no es posible, me responden.  ¿Es posible percibir el futuro en un objeto?, pregunto. En términos estrictos, no es posible percibir el futuro en un objeto. Pero es posible hacer predicciones, me responden. Ahora hago la misma pregunta cambiando la palabra objeto por objeto artístico, para no caer en el eufemismo de la palabra arte.  Me responden siempre lo mismo: si, es posible. Luego se bifurcan las respuestas; el pasado porque las pinturas rupestres, el presente porque el arte contemporáneo es una ventana al presente, el futuro porque la ciencia ficción… Esta exposición, busca entre obras sugeridas por las galerías,  obras de arte que ante la insinuación de Ahora, ¿Dónde?, bifurcan el tiempo, sean el dedo que señala hacía algún lugar, oscilan como un péndulo, como un vector, con otros tiempos pasados o tiempos por venir. Que se anclan en el presente, no sólo como un momento temporal, sino  como un vórtice donde se contestan el pasado y el futuro. Obras que de alguna manera, condensan el humo apretado de un pasado que se incendió, el humo apretado de un futuro que se incendia como si de este presente nunca nos hubiéramos movido y estuviéramos preguntando, una y otra vez, sin parar y al filo del abismo con el peligro del exceso al que conlleva: Ahora, ¿Dónde?, y otra vez, Ahora, ¿Dónde?, y otra vez, Ahora, ¿Dónde?... todo el tiempo, como si no el tiempo no existiera o se hubiera detenido.


Carolina Cerón


(Este texto fue escrito por preguntas y respuestas sobre la idea del tiempo que le dio Chat GTP a la curadora y los resúmenes que esta inteligencia artificial ofreció sobre el concepto del tiempo presente puntualmente en libros y conferencias en video de Sean M. Carroll. Chat GTP no sabe nada del 2022 ni del 2023. No sabe nada del presente. Este texto fue orquestado por la curadora, invocando el ensamble como otra forma de escritura.)


Artistas: 

JEAN BARBATO
FREDY CLAVIJO
CARLOS CASTRO
DAVID PEÑA LOPERA
BLANCA BOTERO
ALEXANDER ROMERO REYES
MARCO MOJICA
SEBASTIÁN DÁVILA
FREDY ALZATE
MARÍA JOSÉ CHICA
JULIETH MORALES
LEONEL CASTAÑEDA GALEANO
CONSUELO GÓMEZ
EVELYN TOVAR
JOHANNA ARENAS
JORGE LUIS VACA
LUCAS OSPINA
GUSTAVO NIÑO
FERNANDO ZULUAGA
LEYLA CÁRDENAS
SANTIAGO DÍAZ ESCAMILLA
JAVIER MORALES CASAS
COLECTIVO MANGLE
MARIANA MURCIA
ALEJANDRO LONDOÑO
ERNESTO RESTREPO MORILLO
FEDERICO ORTEGÓN
LUCIO CELIS
JULIA CARRILLO
LYDIA AZOUT
IVÁN RICKENMANN
GONZALO GARCÍA
VANESSA GÓMEZ
ADRIÁN GAITÁN
FERNANDO PINTO
ANA MERCEDES HOYOS
JOSÉ OLANO
KEVIN SIMÓN MANCERA
LUIS HERNÁNDEZ MELLIZO
NATALIA CASTAÑEDA
LUZ HELENA CABALLERO
NICOLÁS CADAVID
ANA MARÍA VELÁSQUEZ
JORGE ORTIZ
ALEJANDRO TOBÓN
CAMILA BOTERO
GABRIELA ESTRADA
CATALINA JARAMILLO QUIJANO
CARLOS BONIL
JOAQUÍN OLIVOS
LEONEL VÁSQUEZ
CECILIA ORDÓÑEZ PARIS
EDELMIRA BOLLER
BERNARDO MONTOYA
CAROLINA BORRERO
DAGOBERTO RODRÍGUEZ
ANA ROLDÁN
SARA MODIANO
FERNELL FRANCO
FERNANDO ARIAS
CRISTINA UMAÑA DURÁN
ANDRÉS MATÍAS PINILLA
SONIA YEPEZ
JUAN RICARDO MEJIA
LINDA PONGUTÁ
MILER LAGOS
JAVIER MAURICIO VANEGAS



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